Luego de algunos años al margen de las operaciones bursátiles y en una entrevista de The Wall Street Journal al fundador de la Soros Fund Management dejó algunas impresiones personales sobre los mercados, y avizora un panorama adverso para los próximos años en cuanto al escenario macroeconómico internacional.
Tras una larga pausa, George Soros ha regresado al mundo del
corretaje, atraído por oportunidades de
ganancias derivadas de las penurias económicas que, según él, se avecinan.
Preocupado por la perspectiva de la economía global y de que
se produzcan drásticos cambios en el mercado en el futuro cercano, el
multimillonario, filántropo y fundador de fondos de cobertura hizo recientemente una serie de inversiones
que apuestan a una caída de los precios, según fuentes al tanto.
Soros Fund Management LLC, que administra US$30.000 millones
a nombre de Soros y su familia, vendió
acciones y compró oro y títulos de empresas mineras de ese metal, en
anticipación a debilidades en varios mercados. A menudo, los inversionistas ven el oro como un refugio en momentos de
volatilidad.
Las medidas son un cambio significativo para Soros, quien
saltó a la fama en 1992 con una apuesta contra la libra esterlina, una
operación que le dejó US$1.000 millones en ganancias. En años recientes, el
multimillonario de 85 años se ha concentrado en políticas públicas y filantropía.
También es un contribuyente importante a
la campaña de Hillary Clinton, la presumible postulante demócrata a la
presidencia de Estados Unidos, y ha donado a otros grupos que apoyan a
candidatos demócratas.
Soros nombró a Ted Burdick como director de inversiones.
Burdick tiene experiencia en deuda en problemas, arbitraje y otro tipo de
operaciones, en lugar de en inversiones macro, la especialidad de Soros. Por
esa razón, el multimillonario se sintió cómodo al regresar, agregaron las
fuentes.
El reciente enfoque refleja
una perspectiva más pesimista de la que tienen muchos en Wall Street. Su
visión global se ensombreció durante los últimos seis meses a medida que, en su
opinión, los problemas políticos y
económicos en China, Europa y otras partes se volvieron más inextricables.
Aunque el mercado de acciones de EE.UU. ha ascendido a
niveles récord después de caer a comienzos de año y el mercado chino se ha
estabilizado, Soros sigue siendo
escéptico sobre la economía china, la cual se está desacelerando.
Cualquier desmantelamiento de las inversiones chinas
probablemente tendrá repercusiones globales, advirtió Soros en un correo
electrónico. “China sigue sufriendo de una fuga de capitales y ha estado
agotando sus reservas de divisas mientras que otros países asiáticos las han
estado acumulando”, señaló. “China
enfrenta un conflicto interno de su liderazgo político, y en los próximos años
esto complicará su habilidad para abordar los problemas financieros”,
aseveró.
A Soros le preocupa que surjan nuevos problemas en el
gigante asiático debido en parte, dice, a que el país no parece dispuesto a
acoger un sistema político transparente que, en su opinión, es necesario para
aprobar reformas económicas duraderas.
Algunos inversionistas empiezan a anticipar un alza en la
inflación en medio de recientes aumentos de los salarios en EE.UU., pero Soros
dijo que le preocupa más que la persistente debilidad de China ejerza presiones
deflacionarias —una espiral perjudicial de salarios y precios en caída— en
EE.UU. y las grandes economías globales.
Soros también
argumenta que existe una buena posibilidad de que la Unión Europea colapse bajo
el peso de la crisis migratoria, los continuos desafíos en Grecia y la posible
salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Las apuestas de Soros a una caída de los precios han tenido
resultados disparejos. Durante el primer trimestre, su firma compró más de 19 millones de acciones de
Barrick Gold Corp., según documentos regulatorios, lo que la convirtió en
su mayor posición accionaria a fines del trimestre.
Desde entonces, esa
inversión ha ganado más de US$90 millones. Soros Fund Management compró también en el primer trimestre un
millón de acciones de la minera Silver Wheaton Corp., una posición que
creció 28% en lo que va del segundo trimestre. Entre tanto, el oro ha subido
19% este año.
Soros, no obstante, también adoptó posiciones de derivados de tendencia bajista que sirvieron
como una apuesta a un descenso de las acciones estadounidenses. No está claro
en qué momento del primer trimestre y a qué niveles fueron colocadas esas
posiciones, pero el índice S&P 500 ha subido 3% desde comienzos del segundo
trimestre, lo que sugiere que Soros puede tener pérdidas en algunas de esas
inversiones.
La última vez que
Soros se inmiscuyó directamente en las operaciones de su firma fue en 2007,
cuando empezó a preocuparse por el sector inmobiliario en EE.UU. e hizo
apuestas a la baja por un lapso de dos años que resultaron en ganancias de más
de US$1.000 millones.
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