Muchos emprenden cuando aspiran a tener independencia
financiera. Estudian el mercado y analizan las oportunidades, y sólo entonces
eligen el proyecto que mejor se acomode a su conveniencia. Pero no todos los
negocios comienzan así. Otros emprendedores van justo al revés: encuentran algo
que les apasione y buscan la forma de vivir de ello. Así sucedió con Los
Loosers.
Para Mariana y Yisus, aficionados de la comida vegana y las
bicicletas, el negocio llegó como una consecuencia natural de su estilo de vida. Los
Loosers (sí, con doble “o”) nacieron como la primera opción vegana de la
capital mexicana; hoy, después de 4 años, se han convertido en un ejemplo a
seguir para quienes desean convertir su hobby en su sustento de vida…
Hace 4 años Yisus era un diseñador que trabajaba en una
tienda de bicicletas. Mariana, una periodista que llevaba 10 años ejerciendo su
profesión. Desde que se conocieron supieron que ser veganos en un mundo de
carnívoros no era cosa fácil.
Cuando llegó el momento de elegir un nombre para su negocio,
Los Loosers les quedó como anillo al dedo. Cuentan que más de una vez sus
conocidos los tacharon de “perdedores” por no comer carne como “la gente
normal” (poco imaginarían que, dos años después, estos perdedores alimentarían
a Emory Douglas, integrante del movimiento Las Panteras Negras, y a Enrique
Bunbury, reconocido cantante vegano). La doble “o” simboliza las ruedas de la
bicicleta. Pero, sobre todo, el nombre engloba el buen humor que
caracteriza a esta dupla, y que se cuela en su forma de ver la vida y de hacer
negocios.
Al principio las jornadas de trabajo eran interminables:
concluían alrededor de las 10 de la noche, hora en que comenzaban a limpiar el
espacio y planear el día siguiente. “Trabajábamos de lunes a lunes. Durante un
año y medio nos levantamos antes de las 5 am para preparar la
masa, hornear, hacer los postres, recibir órdenes, empacar, tomar la
mochila y salir en bicicleta.
En 2013 una chef de Brooklyn, en Estados Unidos, escuchó
sobre su proyecto y los entrevistó. Eso, aseguran, permitió que la gente de
México volteara a verlos. “Comenzaron a aumentar las órdenes y los
followers en redes. De pronto, restaurantes de renombre ya nos pedían
muestras de pan”.
¿Quiénes son sus principales clientes?
“De todo: mamás, papás, personas que trabajan en oficinas
(sobre todo en agencias de publicidad), estudiantes de periodismo, comunicación
o arte, extranjeros veganos que sienten curiosidad por nuestro proyecto…
También nos piden pan en restaurantes y panaderías”, explica Mariana.
Aun así, obtener las primeras ganancias fue todo
un reto. “Los ingredientes orgánicos son caros. Con lo que ganábamos pagábamos
todo lo que necesitábamos: luz, internet, gas... Vivíamos al día y lo hacíamos
con gusto”, relata Mariana, quien asegura que su motor para emprender nunca fue
el dinero.
Los Loosers han recibido un par de propuestas de
inversionistas que buscan expandir su negocio o franquiciarlo. Sin embargo,
ninguna de esas opciones está en sus planes. “Entendemos que ellos ven un
negocio potencial, pero nunca aceptaríamos algo así. Perderíamos nuestra
esencia. No nos interesa producir mil emparedados, porque para hacerlos
necesitaríamos una fábrica. No aspiramos a eso”, puntualiza Mariana.
Los planes de Los Loosers son perfeccionar sus recetas y
encontrar nuevas, seguir satisfaciendo a sus clientes-amigos y disfrutando cada
momento de su trabajo. Y sí, tienen planeado dar un paso importante muy pronto,
pero no podemos arruinar la sorpresa. Ya los mantendremos informados.
Extracto nota de: entrepreneur.com
Puede seguir leyendo la nota completa aqui: https://www.entrepreneur.com/article/268806
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